The Globe and Mail, Octubre 11, 2022

Como canadienses, se enorgullecen de la bien merecida reputación como una sociedad solidaria que ofrece una respuesta humana y generosa a quienes buscan asilo. Sin embargo, la semana pasada, la Corte Suprema de Canadá escuchó argumentos de que, desde 2004, los canadienses han sido cómplices del maltrato a los refugiados que llegan a nuestra frontera desde los Estados Unidos.

En el centro de este problema se encuentra el Acuerdo de Tercer País Seguro (STCA) entre Canadá y EE. UU. de 2004, que exige que los solicitantes de asilo busquen protección en el primer país al que lleguen, ya sea Canadá o Estados Unidos. En un nivel práctico, esto significa que una persona que solicita asilo de un país que no sea Canadá o los EE. UU. no puede buscar protección en Canadá si ya ha aterrizado en los EE. UU., y viceversa. Durante los últimos 18 años, STCA ha operado bajo la premisa de que ambos países son “seguros” para los refugiados.

En julio de 2020, un juez de un tribunal federal determinó que la STCA es inconstitucional y que el trato de Canadá a los retornados de la STCA viola las disposiciones de la Carta de Derechos y Libertades que garantizan la libertad y la seguridad de la persona. El Tribunal Federal de Apelaciones adoptó un punto de vista diferente y confirmó la STCA. Por lo tanto, el asunto está ahora ante el más alto tribunal para una decisión final.

Fuente: The Globe and Mail. Axworthy, Lloyd; Rock, Allan. El Acuerdo de Tercer País Seguro es inseguro e inconstitucional: Canadá ya no puede asumir que si enviamos a los solicitantes de asilo de regreso a los EE. UU., estarán a salvo. Octubre, 11 2022.

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